La suerte es parte de una apuesta ganadora, pero ¿cuánto tiempo he sido competente en ella?
Tener suerte no hace daño a nadie, ¿verdad? Sin embargo, este es un tema muy delicado en las apuestas, ya que nunca debemos depender de ello, ya que nuestra capacidad para afrontar todos los retos de este segmento es lo que nos hará rentables a largo plazo. Sin embargo, la gran pregunta es saber diferenciar una cosa de la otra, porque solo así sabrás cuán competente eres en tus elecciones.
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Algunos apostadores tienen ganancias más altas en comparación con otros, esto no es una sorpresa, pero a menudo no se explica por qué es así. Como en toda profesión, hay personas formadas en este medio, así como las hay que no tienen la misma noción técnica, ni el mismo don y facilidad para convertirse en un jugador destacado y rentable. Pero cómo se puede adquirir este éxito es una pregunta que muchos tienen.
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En el poker, cuando te reparten cartas, además de las anunciadas por el crupier en la mesa, las demás son básicamente una cuestión de suerte. Sin embargo, a medida que se desarrolla el juego, la suerte deja paso a la capacidad del jugador para leer correctamente y utilizar trucos que forman parte del juego. En deportes que implican repeticiones a lo largo del partido, como los sets, la capacidad es un factor diferenciador a lo largo de estas repeticiones. Una modalidad perfecta para dar este ejemplo es el tenis, donde hay una secuencia de sets. Esa probabilidad del 52% de ganar un solo punto aumenta al 85% por ganar un set de cinco en un partido.
Hay personas que tienen mayor acceso a la información y los datos, pero de nada sirve si no tienen la habilidad o facilidad para leer correctamente. Ahora existen métodos avanzados que ayudan al apostador a medir estas probabilidades. La capacidad de predicción en este caso mejora, pero, al mismo tiempo, si las capacidades relativas muestran una variación a través de estos métodos, el factor suerte entra con mayor influencia, ya que se redujo la diferencia entre los mejores y los peores apostadores después de usar estos robots.
Al apostar en mercados donde las casas de apuestas y los apostadores no conocen o no disponen de esta base de datos a través de sistemas avanzados, como el ejemplo del párrafo anterior, la influencia de la suerte será menor. En este caso, habrá menos información para que ellos encuentren un valor exacto de esa apuesta o predicción, y podrás poner a prueba tu habilidad, sin esta influencia. La línea de cierre es otra forma de medir su habilidad, alejándose de la posibilidad de suerte en este caso. Ganarlo de manera regular y constante puede significar que tienes una habilidad por encima del promedio de las personas que compiten en este mercado.
Cuando intentes competir en entornos y mercados donde prevalecerá la suerte, debes preocuparte por el proceso que lleva a tomar esas decisiones, no directamente por el resultado. En tales casos, donde la suerte distorsiona la capacidad de sumar ganancias, un jugador experimentado puede perder dinero, al igual que un principiante puede obtener mayores ganancias.
El mercado de apuestas tiene un alto grado de complejidad y aleatoriedad, ya que la información que hace que las líneas de cuotas se muevan hace que entren al mercado muchas veces al azar. Esta imprevisibilidad termina teniendo causas y efectos para un jugador, tal como él la interpreta. El proceso por el cual se forma el descubrimiento de estos valores está directamente ligado a las opiniones que se emiten sobre lo que puede ocurrir en ese evento, es decir, las suposiciones.
Aunque muchos jugadores tienen en cuenta las ganancias que han obtenido en función de su habilidad, no podemos negar que este entorno en el que se desenvuelven no es regular y mucho menos predecible, ya que muchas veces se lo lleva la suerte, a través de esas aleatoriedades y suposiciones a las que se han visto sometidos a lo largo de la evaluación de lo que sucederá en ese evento.
